jueves, 26 de junio de 2008

LA VANIDAD Y EL DOLOR

POEMA
LA VANIDAD Y EL DOLOR
En gran espanto me aplaudió la vida.

Aun en ausencia de la vida sin presente cada día mi melancolía sucumbe antes o después de la vida fluida.

Fue y no fue la noche implorada en el día de mi llegada y fueron los brazos del sanguinario quienes me arrullaron y canción del depredador insaciable sonoros instrumentos como una matanza en opera la gran orquesta tocaba.

Mucho antes de mi saber, se muy que mi dolor agonizo y estremeció a mi madre, más sin entender no fue suficiente mi agonía por causas del placer esperado y deseado de mi madre, fui una sombra que por momento reposo en la matriz de la flor asesina que por extraño parece el diablo preparo mi lecho de muerte cuando apenas asome en el sentir de mi vida.

Pero que de mi vida, de la puerta de la esperanza cabalgo sobre el lomo de la muerte con gran dolor y asombro a pedazos me abortó mi madre y yace ahí o aquí dormida en gran espanto mi vida.

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